Mis tres fases con Escaños en Blanco

Una propuesta tan aparentemente “simple” como dejar el escaño vacío en caso de salir elegido, puede ser enfocado o analizado desde puntos de vista muy distintos.

Yo he pasado por tres fases, quizás tú, lector, tengas las tuyas y creo que es interesante ponerlas en común. Por favor, te invito a usar los comentarios, o, mejor aun, a escribir tu propio análisis y compartirlo con nosotros.

«mi primera fase de acercamiento a

Escaños en Blanco fue:

“Que se jodan”»

Dejando aparte un posible pensamiento de “pues vaya tontería; si se deja vacío ¿cómo va a conseguir nada?”, que quizás tuviera muy fugazmente, mi primera fase de acercamiento a Escaños en Blanco fue: “Que se jodan los políticos”. Tal cual. Las variantes de esta postura son “quiero mandar a un político al paro”, “mándales a la mierda”.

Escaños en Blanco. Mándales a la mierda

Esta fase es muy fácil de asimilar, especialmente en estos momentos en los que no dejamos de ver cómo los políticos se aprovechan de sus cargos y se forran colocándose en consejos de administración mientras, por su incompetencia, los ciudadanos vamos perdiendo derechos. Suele ser el punto de entrada de todos los que apoyamos este movimiento, y por el que la gente que llega a conocernos a pesar del silencio informativo que envuelve a esta iniciativa, se apunta a ella.

Pero, en una de las reuniones de Madrid, Félix nos expuso que éste en realidad no es un movimiento de repulsa o de crítica o de “venganza” contra los políticos, sino una necesidad democrática. Hay un sector de la población muy importante que no vota, porque no se siente representada; de hecho los motivos van mucho más allá que por repulsa a los políticos. Puede ser por no esta de acuerdo con el sistema representativo actual, o por creer que el sistema está viciado y manipulado, o por otros muchos motivos. Y todos ellos deberían estar representados tras unas elecciones, y no lo están, ya que el sistema está pensado para que cualquier disidencia quede oculta.

«Mi segunda fase fue darme cuenta

de que Escaños en Blanco es

necesario como representación del

voto disidente»

Así, esa mi segunda fase fue darme cuenta de que Escaños en Blanco es necesario como representación del voto disidente. (en realidad lo que es necesario es el voto en blanco computable, que es lo que pide Escaños en Blanco, pero sabemos que los políticos jamás aceptarán realizar ese cambio por las buenas, y, al fin y al cabo, Escaños en Blanco además de pedirlo, lo hace posible, presentándose, pero luego rechazando el escaño) De esa forma, cuando un político recurra al “apoyo” que recibe, no podrá jugar con presentar como de toda la población, el apoyo de solo la parte que vota a partidos políticos, cosa que vemos muy a menudo. Así, hasta las últimas elecciones asturianas, mi recomendación de voto era: elige al partido que te representa, no te dejes engañar por los medios y si ninguno te representa, vota a Escaños en Blanco. Según este planteamiento, yo no pedía el voto para Escaños en Blanco, solo que se le votase si no se tenía otra opción de voto.

«la tercera fase: necesitamos a

Escaños en Blanco por sanidad

democrática»

Pero de un tiempo a esta parte me he dado cuenta de que conseguir esa modificación en la ley es vital como sistema de control a los políticos. Si no puedes declarar desierto un concurso, es más que probable que los ganadores del mismo no estén a la altura, y el tiempo ha demostrado que en ocasiones es mejor tener un gobierno en funciones que un mal gobierno.

Es más, llevamos más de 30 años de Constitución. La tecnología y la comunicación han dado un vuelco salvaje. Empiezan a ser posibles sistemas de gobierno mucho más participativos que el actual sistema representativo. Pero el sistema que tenemos no da margen a ninguna actualización. Es más, los actuales dirigentes han dado muestras de no querer modificar claros defectos en el sistema simplemente porque les benefician. Así que ¿hay alguna posible salida de este sistema que no pase por una revolución en la calle? porque, personalmente, una revolución no es algo que me resulte especialmente atractivo. ¿Qué hacemos si queremos cambiar las bases de nuestro sistema? El sistema está blindado, con circunscripciones electorales para elecciones nacionales, utilizando los medios de comunicación, engañando una y otra vez a los ciudadanos, y cada día lo blindan más, con avales, o protegiéndose contra las protestas.

La naturaleza cainita de los españoles hace imposible cualquier iniciativa nueva (“ese es un facha” “ese es un progre”), y, aunque consiguiera salir adelante ¿qué le impediría actuar como los que están ahora? ¿qué le impediría perpetuarse, de nuevo, en el poder?

Y esa es la tercera fase en en la que me encuentro ahora: necesitamos a Escaños en Blanco por sanidad democrática. Necesitamos Escaños en Blanco, antes de poder intentar cualquier otra iniciativa, para poder decir NO a lo que se nos ofrece. Y además es una iniciativa perfecta porque no tiene ideología. En Escaños en Blanco, más que en ningún otro sitio, no hay derecha ni izquierda, solo hay arriba y abajo.

Por eso, por sanidad democrática, porque necesitamos una forma de controlar a los políticos limpia y libre de ideologías, te pido que, aunque existan partidos que encajen con tus ideales, apoyes la iniciativa de Escaños en Blanco. Y además te pido que ese apoyo no se limite solo a votar en las próximas elecciones, te pido que ACTUES, simplemente HABLANDO de ello. Contándoselo a tus padres, a tus tíos, a tus hermanos, a tus amigos; y diciéndoles, además, lo importante que es que ellos también se lo cuenten a su entorno. Porque esta es una iniciativa de los ciudadanos que va frontalmente contra el poder establecido, y no vamos a recibir ninguna ayuda de ningún medio, banco u organización a su servicio, y sí muchas zancadillas.

Cada generación tiene que luchar por mejorar su situación, y por mejorar la democracia. Creo que esta es la mejor forma de luchar de nuestra generación. Espero que seamos muchos en el empeño.