Hace 6 años se creaba Escaños en Blanco, el único partido que
ha renunciado, no solo a cualquier subvención y beneficio del estado, sino a hacer
uso del poder que pueda conseguir en las urnas. El planteamiento de Escaños en
Blanco va más allá del de el resto de partidos políticos, nace de la necesidad
de cambio profundo del sistema.
La clave está ahí: Escaños en Blanco no es un partido como
los demás, nunca lo ha sido; y su mayor fracaso ha sido precisamente ese: no
hacer ver a la sociedad que era algo distinto al resto. Que no era un partido
más. No es una propuesta ideológica, es una herramienta electoral para
conseguir ese cambio. Más concretamente, el mayor fracaso ha sido no llegar a intelectuales
y personas de prestigio, no hacerles ver esa diferencia, para que ayudaran en
la tarea de difusión. Conseguir el apoyo (no implicación) de personas que
dijeran “Mirad: esto está ahí, si no sabéis qué votar, esa es una buena opción
para vosotros”.
Esa visión positiva para todos, incluidos los votantes de otros partidos, es algo que se ha buscado a menudo desde el partido y en bastantes ocasiones se ha conseguido, pero la respuesta viene marcada por una sociedad
desinformada y polarizada, en la que posicionarte a favor de un “partido” (sea
el que sea) suele marcar profesionalmente. Por eso es comprensible que muchos "intelectuales" y gente con mucho seguimiento social eviten cualquier tipo de declaración que pueda "posicionarles", no a favor de algo, sino en contra de las posturas de grandes grupos de ciudadanos, ya que su posición puede verse perjudicada, y ante eso, prefieren callar.
Y Escaños en Blanco no es al único al que le pasa: Jorge
Urdánoz intentaba en las últimas elecciones una propuesta de cambio similar. Se
llamaba “Democracia igual” y proponía una alternativa de voto al Senado que
sirviera de denuncia y que a la vez, permitiera un reparto justo de escaños en
el Senado. Aun siendo una propuesta apartidista, que conseguiría un resultado más democrático, la respuesta que recibió fue casi nula.
La solución es sencilla de entender, pero extremadamente difícil
de implantar: más educación, más formación, más interés ciudadano. Desde el ciudadano
de a pie, hasta las personas con más repercusión en las redes sociales, pasando
por los periodistas que hablan de política a diario.
Si has llegado hasta aquí, y te preguntas qué puedes hacer
para cambiar el sistema, la respuesta es: infórmate, investiga cómo funciona el
sistema, y difunde, especialmente si tienes muchos seguidores: Ya lo decía Ben
Parker: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”
1 comment:
¿Y por qué no se llama ESCAÑOS VACÍOS?
Creo que leí en algún foro que este nombre,ESCAÑOS VACÍOS, ya lo tenían "pillado" otros. ¿Quiénes?
Y si no lo usan,¿por qué se permite que lo tengan acaparado?
¿Por qué no publicáis quiénes lo tienen acaparado y no denunciáis tal comportamiento rastrero?
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